"El abrazo de la desconfianza"
Me abrazan por la espalda miles de pequeños pastos, sus pequeños habitantes, su bello aroma y algunas flores cuyo nombre desconozco. Sobre mí, el fuerte brillo del sol inmerso en un cielo azul que deja notar algunas nubes a lo lejos. Miles de pensamientos son los que circundan por mi cabeza en este instante; filosóficos, amorosos, científicos, bien vulgares, y algunos otros. Mi vista se hace a un costado para notar allí un abismo, la terminación de la capa terrestre, que al posarme sobre el verde césped no existía. Me volteo y encuentro cerca a todos mis amores pasados, observándome con los ojos cerrados. En el cielo ya no existe el sol. Las nubes agilizaron su marcha y ahora cubren toda la extensión que mi vista puede alcanzar. Que por cierto, es muy limitada. Ruidosos truenos hacen estallar mis tímpanos, poderosos rayos terminan con lo que queda de mi vista y la intensa lluvia me inunda el alma con gotas gigantescas. Ya no queda nada, creí posarme sobre un paraíso que estaba a mi alcance… al alcance de mis manos. Pero allí se escondía la crueldad infinita de tus palabras y engaños. No quiero aceptar esta combinación de terribles sensaciones que destruyen mis sentidos y mi corazón. No puedo regalar mi alma a la hermosa imagen del diablo que representas tu, aquí y ahora. Cuando intento levantarme para marcharme, gruesas cadenas son sostenidas por terribles demonios que con fuertes gritos y brazos, amarraron mis extremidades de escape impidiendo mi fuga al más allá. Mis lágrimas llenan el pozo de mi tristeza que con soledad he cavado desde hace tiempo. Siempre fingiste acompañarme, en aquel paraíso olvidado. Pero mi ruptura sentimental me hizo notar tu verdadera entidad perdida en esta tempestad mundana de tu ser, simple y malvada. Libérame de estas cadenas que son detenidas por tus pobres príncipes, que hundidos en la más extraña ceguera, abandonan el amor para someterse a tus malevolentes planes de conquista. Deja que mi espíritu, al menos, caiga en los brazos de algún alma sensible que sepa como curar las profundas heridas aquí concebidas. Despierta de esta pesadilla que es tu vida y entrégate al verdadero placer de la pasión, que sin dirección ni contrato, puede enriquecer tu alma y tu vida para siempre.Cuando las nubes se van, el sol aparece. Mi alma ha sido cobijada una vez más. He encontrado la prosperidad de mi corazón en el nuevo paraíso. El solo se estrella contra mi espalda, y el hermoso césped envuelve mi torso en una poética trama de comodidad espiritual. Me encuentro a salvo, en este paraíso, pero jamás volveré a levantar la vista. Ariel Ruocco
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.Sobre mí |
Ariel Ruocco
Soy estudiante del profesorado de historia y ciencias sociales dictado por el Instituto Superior de Formación Docente N°6
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