Te veo partir al compás de mis lágrimas y con razón de mi alma para derramarlas, es que mi vida termina, en cada mirada que no tengo, en cada abrazo que extraño, en cada beso que sueño… ¿Y si yo no era digno de tanta belleza? ¿Y si mi corazón era de escasa presencia ante tus sentimientos muy puros? ¿Y si yo no comprendía que la tormenta era la vida y los rayos del sol la muerte? De toda la verdad, la mentira es que entendía y de todas las mentiras, una verdad siempre fue mía, te amo y te amaré por siempre, inalcanzable belleza. Y si el olvido es avanzar, yo prefiero abandonar y tenerte… al menos tenerte, de forma muy extraña, lejos de mis ojos pero dentro de mi corazón y mis recuerdos… ¿Sabrás que te amo más que a nada? O quizás crees que el amor se acaba, cuando se parte el alma y se secan las lágrimas. Con frío, sepultado, amargado, y pensando… no me dejes nunca, nunca te vayas de donde nunca te has ido, nunca dejes de amarme y no permitas que me despierte, no te escondas de este sueño, no me prives de la ilusión que me permite tenerte en mis brazos, no podrás ser mas malvada si no puedes detener mi creación de un mundo de los dos, de un mundo que nunca existió… O ¿si? ¿Será que no debí amarte desde un principio? Pero no puedo elegirlo, perdóname, si mi corazón camina solo, despegado de mi mente y mi razón. Yo no puedo ignorarlo y maltratarlo, por elegir la más difícil, la más hermosa, la más
soñada, la más malvada. ¿Será que la maldad es propia de la belleza extrema? Quizás la única fuerza que hace que tengas algo para marcarte, quizás sea tu peligrosa maldad o más bien tu perfección hace notar la mala concepción de este mundo, que se cree la belleza acompañada del bien, pero en verdad la belleza es el peligro que engendra la muerte, y si tengo un caso claro de vos mi vida y mi sol. No te detengas nunca, busca la maldad entre tus victimas que sus corazones no entienden la belleza de una mujer perfecta, porque me haces pensar en la creación divina y si alguien tuvo que intervenir para tanto sol brillando y si nadie puede contenerte y entenderte, no juegues nunca al amor fácil, porque nadie es digno de ti, ni de tus ojos que iluminan incluso a mí, que no te tengo… Ahora...
Pero sé que quedaré en la historia, como aquel que se arriesgo a amarte descontroladamente, que se sometió a tus tormentos amorosos, que pudo una vez abrazarte y besarte, y para la muerte de tus más próximos destruidos… pude yo escuchar de tu boca decir, Te Amo…
Ariel Ruocco